Como me explicó en su día un querido profesor ”un directivo de éxito, con el uso de técnicas de coaching, probablemente llegará al mismo punto de su carrera profesional pero con menos sufrimiento”. Y no puedo estar más de acuerdo.
Cualquier directivo comprometido con su misión y sus resultados pasa en algún momento de su carrera profesional por el dilema entre sus propias necesidades y motivaciones y las de su organización. En ciertos momentos, dudará si lo que está haciendo es realmente lo que quiere hacer, si no habrá ya pasado su momento, si debería emprender otro camino que le satisfaga mucho más…
Es entonces cuando un proceso de coaching ejecutivo puede ayudar al directivo ya que tiene una propuesta muy clara:se trabaja sobre un problema concreto en una situación y entorno dados con un tiempo y duración determinada. El coach acompaña al directivo a reflexionar y observar factores externos e internos, a desarrollar la capacidad de autoconocimiento, planificar la acción y analizar los resultados de dichas acciones. Es así como el directivo transforma pensamientos en comportamientos nuevos y eficaces.
El directivo se convierte en un líder auténtico cuando sus motivaciones personales y los objetivos de la organización se acompasan sin necesidad de sacrificar ni unos ni otros. Cuando toma conciencia del impacto que tiene sobre los demás y es capaz de evaluar cómo ese impacto ayuda o dificulta el logro de los objetivos de la organización.